De manera inesperada y sin que casi nadie se entere de su paso por Carlos Paz, el campeón mundial de los medianos Sergio Maravilla Martínez almorzó este jueves en un restaurant frente al lago San Roque.
Se conoció que el boxeador comió rabas, ravioles de salmón y helado en Meliquina, un lugar especial por su privilegiada vista al espejo de agua. El púgil oriundo de Quilmes previamente había estado en Alta Gracia, donde pasó por el museo del "Che" Guevara. "No puedo dar notas, disculpen, pero si hablo de boxeo me matan", comentó el monarca a La Voz.
Finalmente, consultado por su pasión por los autos, Martínez señaló: "El que me conoce sabe que me encantan los coches". |