El pequeño viajaba a bordo de un vehículo junto a sus padres cuando comenzó a mostrar signos de ahogamiento y los efectivos le practicaron primeros auxilios y lograron destrabar sus vías respiratorias.

Los uniformados se encontraban apostados en la intersección de boulevard Sarmiento y calle Colón cuando fueron sorprendidos por una mujer de 33 años que descendió de un Ford Focus con el pequeño en brazos y le manifestó que no podía respirar y que se habría bronco-aspirado.

Los jóvenes cadetes Diego Rosso y Nicolás Quinteros de la Escuela de Oficiales de la Policía de Córdoba comenzaron inmediatamente a realizarle maniobras de resucitación y aplicaron los conocimientos aprendidos durante la materia «actuación en catástrofes y primeros auxilios».

Al cabo de algunos minutos, en el lugar se hizo presente el servicio de emergencias y la doctora Marcela Almada comprobó que su vida no corría peligro y destacó la labor de los uniformados.